Con el verano ya en camino, probablemente estés saliendo al aire libre para pasar tiempo en la piscina, hacer barbacoas en el patio trasero y hacer picnics en el parque. Solo recuerda que más tiempo al sol requiere una preparación y un cuidado de la piel más diligentes, ya que los rayos UV pueden dañar la piel desprotegida en tan solo 10 minutos, según las investigaciones . La exposición repetida y prolongada a la radiación solar puede provocar quemaduras, cáncer de piel y fotoenvejecimiento, que causa enrojecimiento, manchas, arrugas, pigmentación, disminución de la elasticidad, cambios de textura y arañas vasculares. El fotodaño se produce en las capas más profundas de la piel, por lo que pueden pasar años antes de que el daño sea visible.
En lugar de correr estos riesgos, considere seguir estos consejos para el cuidado de la piel en verano para mantener su piel segura durante la diversión de la temporada.
1. Comprueba el índice UV y evita las horas punta
El índice UV mide la radiación ultravioleta (UV), un rayo de alta energía que puede dañar las células y causar cáncer. El índice varía de 1 (bajo) a 11 (extremadamente alto). Los niveles más altos de UV tienen mayor potencial de dañar la piel y requieren menos tiempo para causar daño.
La exposición a los rayos UV varía según el día y la hora, por lo que consultar el pronóstico del índice UV antes de realizar actividades de verano puede ayudarle a evitar la exposición máxima. Si el pronóstico de rayos UV indica un índice UV de tres o más para el día, deberá usar protector solar como mínimo. Los rayos UV tienden a ser más fuertes entre las 10 a. m. y las 4 p. m., así que trate de permanecer a la sombra durante esos horarios o tome precauciones adicionales.
2. Usa protector solar... ¡Y recuerda volver a aplicarlo!
El protector solar es una de las precauciones más básicas y esenciales para proteger tu piel de la exposición al sol. Ningún protector solar puede bloquear la exposición a los rayos UV por completo, pero los dermatólogos afirman que un FPS de al menos 30 puede bloquear hasta el 97 % de los rayos UV nocivos. Aplica el protector solar al menos 15 minutos antes de salir para permitir que el producto se absorba por completo y recuerda volver a aplicarlo al menos cada 2 horas. No olvides el cuero cabelludo, las orejas, el cuello, el pecho, los labios o la parte superior de los pies, y pídele a un amigo que te ayude a cubrirte la espalda si está expuesta.
No subestimes el poder del sol. Puede causar daños:
- En tiempo lluvioso
- En condiciones nubladas
- A través de reflexiones
- A través de las ventanas del coche
Incluso puedes sufrir daños solares sin que se note la quemadura. No corras riesgos y usa siempre protector solar.
3. Cuida tu piel desde dentro
Las cosas que ingieres también contribuyen a la salud de tu piel. Elige alimentos integrales repletos de nutrientes, incluidos alimentos ricos en vitaminas, minerales y proteínas, para favorecer la salud y la reparación de la piel. Come bocadillos de forma consciente y opta por opciones saludables y bajas en azúcar que favorezcan tu bienestar. También puedes tomar suplementos de protección solar por vía oral, que pueden aportar antioxidantes que previenen el daño solar a nivel molecular.
La Clínica Mayo recomienda beber al menos 15,5 vasos de agua al día para los hombres y 11,5 vasos para las mujeres para tener una piel radiante y saludable en verano. Si te cuesta beber suficiente agua, te recomendamos un potenciador del agua para que puedas disfrutarla más. Evita el alcohol, que puede causar inflamación y deshidratación perjudiciales, y el tabaco, que priva a la piel del flujo sanguíneo rico en nutrientes y del oxígeno que necesita para prosperar.
4. Aprovecha la sombra y la ropa protectora
Una de las formas más fáciles de disfrutar del tiempo al aire libre sin los efectos destructivos del sol es simplemente cubrirse. Las prendas ligeras y protectoras, como las camisetas para el sol, los trajes de baño, los vestidos largos, los trajes de neopreno de manga larga y los sombreros, brindan una excelente cobertura sin pasar demasiado calor. Una alternativa es buscar la sombra debajo de un árbol frondoso o llevar una sombrilla o un toldo plegable para tener un respiro de la exposición al sol.
5. Utilice productos de protección solar posteriores
Después de un largo día de exposición al sol, tu piel necesita nutrición e hidratación. El cuidado posterior a la exposición al sol con ingredientes como extractos botánicos, extracto de menta, aceite de coco, manteca de cacao y aloe vera refrescante es una excelente manera de rehidratar la piel y minimizar la inflamación y el enrojecimiento. Para obtener mejores resultados, aplica un producto humectante como este inmediatamente después de la exposición y nuevamente después de una ducha fría. Esto debe hacerse además del régimen de hidratación diario que tu piel necesita cada mañana y cada noche.
6. Sepa si sus medicamentos le provocan sensibilidad al sol
Ciertos medicamentos recetados y de venta libre pueden hacer que usted sea más sensible al sol o que su piel sea más susceptible a sufrir daños. Según la FDA , las categorías de medicamentos que tienen este efecto incluyen algunos antibióticos, diuréticos, retinoides, anticonceptivos orales y medicamentos para reducir el colesterol, por nombrar algunos. Pregúntele a su médico si sus medicamentos específicos lo ponen en riesgo de sufrir una mayor sensibilidad al sol.
7. Visite a un dermatólogo si nota cambios repentinos en la piel
Los daños en la piel pueden producirse muy rápidamente y pueden requerir atención inmediata. Para notar los cambios con mayor facilidad, debe revisarse la piel en casa al menos una vez al mes. Si tiene un lunar nuevo o existente que cambia de color, forma, tamaño o textura, solicite una cita con su dermatólogo lo antes posible.
Esperamos que estos consejos te ayuden a disfrutar de un verano sin preocupaciones, sin el peso de una dolorosa quemadura solar ni la ansiedad que provocan los daños causados por el sol. ¡Diviértete!